Soy un hombre joven de El Salvador (22 años), vivo en Planes de Renderos, cerca de San Salvador. Se mudaron cerca de casa una pareja de norteamericanos, él pastor protestante como de 40 años y su esposa de 35. Muy a la usanza de su país llegaron a presentarse, mis padres no estaban los recibí atentamente, les ofrecí refrescos y charlamos. Ella usaba unas faldas largas y voladas, blusa también holgada y de cuello cerrado, nada que hiciera resaltar su figura.
Una tarde ella llamó a la puerta de mi casa para pedirme ayuda, se le había pinchado la llanta de su auto y ella no podía cambiarla. Yo le seguí, entramos a su garaje y con mucha incomodidad procedí a cambiar la llanta, desde el suelo pude apreciar sus piernas largas y bien torneadas y para sorpresa mía andaba sin ropa interior, pude ver su chocho peludo, eso me provocó una inmediata erección.
Cuando terminé de cambiar la llanta, con la molestia de tratar de disimular la erección, me invitó a pasar dentro de su casa para lavarme las manos y al hacerlo, sin querer rocé su trasero con mi bulto. Ella lo sintió y dirigió su mano hacia mi verga. Pero qué tenemos aquí, que te pasa joven? por qué has puesto así. Yo no atiné a responderle, ella sobó mi paquete sobre el pantalón. Pobrecito tendremos que ayudarte para que esto se deshinche. Se arrodilló, sacó mi verga parada y se puso a succionarla como loca, me lamía, la chupaba, se le metía hasta el fondo de su garganta..Hasta que exploté en su boca...se tragó mi semen y le lamió la verga hasta dejarla limpiecita. Esto fue todo, por hoy, me dijo. Despúés te pediré otra ayuda.
A los días regresó a pedirme ayuda con un grifo que estaba goteando. Al llegar a su casa nos trenzamos en un largo beso. Metí las manos debajo de la falda y por supuesto andaba sin calzón. Le toqué toda la raja que ya estaba mojada, le masajié el clítoris y después me arrodillé, me metí debajo de su larga falda y le chupé el coño. Nos fuimos para su cuarto, nos desnudamos a toda velocidad y se acostó abriendo sus piernas, le clavé mi verga endurecida, me arañaba la espalda y decía fuckmeee. Luego cambiamos de posición, me acosté yo y ella se clavó mi verga y me cabalgada repitiendo fuckmeee. Se vino como tres veces antes que yo le inundara el chocho con mi semen. Caímos desmayados uno en brazos de la otra. Cuando nos repusimos me volvió a decir: Esto fue todo, por hoy, me dijo. Después te pediré otra ayuda.
Llegó al tercer día a mi casa a pedirme ayuda con un tema de carpintería. Al llegar a su casa nos fuimos directamente a su habitación, nos desnudamos y yo empecé a comerle el coño, cuando se abre la puerta del baño y aparece su marido. Yo me quedé helado, pero él dice sonriente: Y ustedes no piensan invitarle a uno? Y se desnuda y pone su pene en la boca de su esposa quien antes de chuparlo como loca, me dice: chico, tú sigue con los tuyo. Yo me afano mamando el coño de la mujer en semejante extraña situación. Oigo que él exclama oh my god oh my god y me imagino que debe de estar explotando en la boca de su esposa, Yo le sigo mamando el coño a la rubia cuando siento que me están mamando la verga: Oh sorpresa, era el pastor.
La mujer le pregunta: sweetie, ya lo tienes a punto? Y el responde con la boca llena con un sonido gutural. Ven mi chico, clávame me dice. Y le clavo mi dura verga y la culeo por espacio de diez minutos arrancándole un par de orgasmos antes de explotar dentro de su coño.
La siguiente ocasión le hicimos el sandwich: el pastor la penetró por el culo y yo por el chocho, después me lo culié a él en una que me la estaba cogiendo a ella, el aprovechó para cogerme a mí. Ahora cuando entro a esa casa no se si voy a coger o a ser cogido. De cualquier forma que sea lo gozo.
bueena
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